jueves, 2 de febrero de 2012

La Canción de la Golondrina


La Canción de la Golondrina.

Avecilla Peregrina,
Vengo de tierra africana;
Soy la que arranco la espina
Que la ingratitud humana
Clavo en la frente divina.

Oid, oid: aquel día,
Jesús en la cruz pendía,
Y el sol ocultó su luz;
Triste, la Virgen María
lloraba al pie de la cruz.

"No le mires, Virgen pura,
No llores ante él, le dije:
Que más que su desventura
Le apena el ver la amargura
Que a tu corazón aflige."

Golondrinita hermosa,
De azul plumaje,
Voladora avecilla,
De dulce canto,
Duro es que de mis ojos
El llanto ataje,
Pero dejar de verle...
¡No puedo tanto!
Muere con él mi gloria,
Mi luz, mi vida;
Muere el amor más dulce
De los amores:
Si tú sabes la angustia
De una alma herida,
Ve si hay dolor más grande
Que mis dolores...
Canta, avecilla, canta
Tiernos cantares;
Canta y endulza el duelo
De su agonía,
Que al pensar que le aflijo
Con mis pesares,
No hay pena, no, que iguale
La pena mía!"...

"¡Pobre madre!-exclamé con un grito
De paz y ternura;-
Grandes son, conozco el mar, los abismos
De tu desventura.
Pero yo arrancaré,si tú quieres,
Las duras espinas
Con que ingratos, rasgaron los hombres
Las sienes divinas:
Volaré, con mis alas abiertas
Rozando su frente,
Y enjugando la sangre que tiñe
Su rostro inocente:
Yo, al pasar, besaré las heridas
Cortando mi vuelo,
Y porque oigo una voz, en su muerte,
De amor y consuelo,
De la cruz en los brazos posada,
Si no con el llanto,
Lloraré...como lloran las aves,
Que endulzan su canto
Pero dame- añadí como emblema de tus amarguras,
Una túnica blanca y un manto
De plumas obscuras;
Deja, sí, que al besar aquel rostro,
Tan dulce y tan bello,
Quede impresa con gotas de sangre
Su corona en mi frente y mi cuello."

Y así fue: ya por siempre
Son mis colores,
Los que lleva la Virgen
De los Dolores:
Una túnica blanca
Cual la pureza;
Un manto con el luto
De la tristeza;
Y de la sangre divina,
Cual santo sello,
Una gota en la frente
Y otra en el cuello.
Por eso es siempre el mismo
Mi itinerario:
Desde el África a España,
Luego al calvario.

Yo en la sendas que siguen
Los peregrinos,
Voy ante ellos, orando
Con suaves trinos;
Y al dejar para siempre
La ciudad santa,
Al tornar por los campos
De Palestina,
Dicen que gime un ángel
En mi garganta,
Y es que canta llorando
La golondrina...


Restituto de Valle.

4 comentarios:

  1. Saludos desde Perú ami me lo enseñó mi mamá en forma de versos como poema un poco más corto y mi abuela que estudio en colegio de monjas se lo enseñaron a ella. Yo se lo enseño a mis hijos tal como me lo enseñaron a mi
    Gracias por publicarlo

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  2. Gracias por publicar esta hermosa poesía

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  3. Mi papá hizo que mi nieta de 4 años lo aprendiera de memoria, era un poco más corto como dices,lo declamaba muy lindo con su vocecita

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